Relax! [LIBRE]

Aquello de dormir fuera de casas se estaba volviendo una jodida mala costumbre; no hacía más que preocupar sin necesidad a la pobre Giulia. Me había abierto las puertas de su casa hace menos de un mes cuando llegué empadada de arriba abajo con una enorme camiseta de los Rolling.
Me incoporé, echando un vistazo hacia ambos lados. Teniendo en cuenta la posición del sol...haría ya un buen rato que había amanecido. Y más que un buen rato, pensé para mis adentros. Solo tenía que ver la de gente que se encontraba en la playa en ese mismo momentos. Turistas, gente que llevaba prácticamente toda su vida en el pueblo y yo... Volví a dejarme caer hacia atrás, tapando mi cara con ambas manos; el sol me estaba dejando ciega y la resaca podía conmigo. Tiré del cuello de la vieja camiseta de los Rolling, pudiendo adivinar su olor en ella todavía. La había lavado tantas veces que podría haberse esfumado el dibujo pero nada, ahí seguía ese olor a Armani, torturándome día sí y día también.
Resoplé, quitándome los pequeños vaqueros que me había puesto la noche anterior antes de salir. ¿Por qué hacia tanto calor siempre? Que ascazo. Me puse de pie, me quité la camiseta y caminé hasta el agua. Un buen baño me vendría bien para despejarme la cabeza.

[Off: NO me rula el EME ESE ENE xD ]

Conté mentalmente hasta algo más de diez, incluso hasta algo más que veinte. Los despertares no eran precisamente el mejor momento para tropezar conmigo y mucho menos para tirarme, literalmente al agua. Respiré hondo antes de aceptar su ayuda y coger la mano que me ofrecía para levantarme.
Negué varias veces con la cabeza, tratando de quitarle importancia al asunto. Tampoco era cuestión de pagar mi mal humor mañanero con un torpe.
-No pasa nada. -sonreí de tal forma que pareciese creíble. Sí que pasaba, sí que pasaba! Suspiré y, por primera vez, miré al culpable de que acabara en el agua antes de tiempo. Entrecerré ls ojos ligeramente, tratando de disimular que le estaba dando un señor repaso.
-Yo soy Alessandra...-añadí, desviando la mirada hacia su tobillo. -¿Estás bien?

-Lo tengo, sí. - Alessandra, Alessandro y Alessia. Esos éramos los Santomauro. ¿Gran diferencia, verdad? Asentí en cuanto dijo que estaba bien; no me apetecía lo más mínimo tener que llevar al peliteñido con un cuerpazo de infarto a ningún ambulatorio. La pereza estaba a flor de piel esa mañana.
-Ey, perdona...-espeté avanzando un par de pasos, los justos para llegar a su altura. -¿Qué tinte usas? -¿Qué tinte usas? ¿Tú te estás escuchando, Ale? No tenía otra forma de entablar conversación que así? ¿Qué han hecho conmigo? ¿Dónde está la vieja Alessandra?
Utilicé el pequeño elástico que llevaba alrededor de la muñeca para recogerme el pelo, estiré el brazo para mojarme las palmas de la mano y mojar un poco mi cara. Wake up, babe!

Fruncí el entrecejo al escuchar su pequeño sermón sobre el pelo, sus tintes y la hostia bendita pero...no me quedó de otra más que asentir; razón tenía, eso no podía negarlo. ¿Quién iba preguntando por ahí a desconocidos que qué tinte usaban? Si hubiera sido al revés, se habría llevado un buen recuerdo de la palma de mi mano.
-Esos ''¿qué tal?'' suelen ser tan predecibles...-encogí los hombros, girándome en dirección a la orilla. Me llevé una mano a la cintura y ladeé la cabeza. -Ser original forma parte de mi encanto, Luke...
Luke. Luke. Luke. Rubio platino. Oh my fuckin' god. Abrí los ojos como plato, mirando al no tan desconocido chico que tenía delante. ¡Yo tenía un par de revistas en las que salía en portada! Joder.
-¿Qué hace un tio como tú en un sitio como Maine?

Oh no, oh no, no, no! Había visto el video de su sesión fotográfica en youtube tantas veces que ver ese gesto en vivo y en directo me acababa de matar. Tragué saliva y me revolví el pelo tratando de no alborotarlo demasiado.
-Yo acostumbraba a veranear por aquí también. De haber visto antes ten por seguro que me acordaría de ti...-Pero bueno, mis vacaciones de verano familiar no eran como las del resto. ¿Julio, Agosto y Septiembre? Clases. ¿Octubre y Noviembre? Vacaciones de verano. No era de extrañar que no nos hubiésemos visto antes.
-Creo que te haré firmarme un autógrafo...No todos los días los dioses bajan a la tierra....xD

-Siento decepcionarte pero soy teñida. -Negué con la cabeza, divertida mientras me acercaba hasta donde estaba y sentarme donde me había indicado. Crucé ambas piernas, sentándome cual indio.
-Soy morena, morena o bueno...-negué con un movimiento de cabeza. -No tan morena. Este rubio tonta lo empecé a usar hace relativamente poco. Ya sabes...un cambio brusco, radical. Algo nuevo, diferente...-apoyé ambos brazos sobre la arena, apoyándome en estos al mismo tiempo que echaba la cabeza ligeramente hacia atrás. -¿Eres sueco, no? -cerré los ojos, sonriendo. -Tienes un acento bastante...llamémoslo peculiar.

¿Italiano? Eso no lo sabía yo. ¿Así que el pequeño Luke Schmid tenía sangre italiana corriendo por sus venas? Vaya...interesante.
-Si me hubieras pillado algo más despierta te habrías arrepentido de haber dicho eso último. -No es que no fuera verdad, no estaba lo que se dice morena pero...joder, ahora me sentía como parte de la familia Adams. Genial.
-Además, ahora más que blanca estoy colorada...-abrí los ojos para mirar mis antebrazos. No debí de haberme quedado dormida en la playa. Resoplé, rodando los ojos. -¿Sueles entablar conversación con desconocidas siempre? Podría ser una ladrona que solo pretende llevarse esas gafas de sol que tanto miras o...-encogí los hombros con diversión. -Quizá sea una violadora...

-¿Y cómo se supone que pedirías el rescate? Aparte de mi nombre no sabes mucho más de mi. -Moví las cejas hacia arriba y hacia abajo entre risas. -Además, puede que incluso te haya mentido y me llame...Alessia o de cualquier otra forma.
Solté una carcajada mientras me ponía en pie para dirigirme hacia donde había dejado mi ropa minutos antes. Cogí la enorme camiseta y la sacudí antes de ponérmela. Aún me preguntaba porqué coño la conservaba pero...parecía que me iba el sadomasoquismo. Me agaché para recoger los zapatos y los vaqueros y de paso pillar esas gafas de sol que obviamente no me pertenecían. Me las coloqué en la cabeza a modo de diadema y sin moverme del sitio me 'despedí' con la mano. -Quizá podamos..vernos en otra ocasión.

Resoplé de forma exajerada mientras me quitaba las gafas de sol de la cabeza y las colocaba sobre la suya. Cualquiera diría que iba a la playa a ver a que pobre paleto podía mangarle algo. En mis tiempos mozos lo hacía pero de eso ya hacía algunos años, mi época rebelde se había quedado atrás hace ya bastante.
-Y yo que pensaba que serías más divertido, Schmid... -O al menos eso parecía en los reportajes de un par de revistas que me había comprado y en las cuales salía él.

-Lo cierto es que eso acaba de confirmar lo que acabo de decir. ¿Por que en una cama? La playa, un probador, un fotomatón...Lo peligroso siempre es más divertido que lo convencional. -Me agaché para ponerme el pequeño pantalón vaquero, dejando el botón de este desabrochado...por si acaso. Una nunca sabía cuando tendría que dejar el cinturón de castidad que me había autopuesto antes de venirme a Maine.
Sería mejor que me volviera a casa pronto, ya no solo iba a necesitar una buena ducha de agua fría para espabilarme. Genial.

Espera, ¿lo estaba diciendo enserio? Miré un poco hacia ambos lados; una tienda, gente, el fotomatón...la última vez que había acabado haciendo contorsionismo en uno había sido en uno de la estación de metro, un par de paradas antes de llegar a casa. Por lo general, de noche, el metro estaba más que desierto, no había peligro alguno de que pasase alguien y descubriera como salía fotos porno de la pequeña máquina de revelado de estas.
Me giré para ver como Luke se acercaba al mostrador, visiblemente decidio a pedir las monedas para este y, tras pensármelo durante un instante, acabé entrando.
Podía pasar dos cosas, que me entrara un repentino ataque de risa ( cosa que no me extrañaría) o que acabaran prohibiéndonos la entrada a la tienda para los restos.
Suspiré sentándome en el pequeño asiento del interior del fotomatón.

-¿Porqué hablaré tanto?

-Hoy es tu día de suerte, rubio...-susurré, girando la cabeza para mirarle. -Dejaré que tu mismo lo decidas. Hoy me he despertado de buen humor así que...aprovecha. -Cogí una de las monedas que había conseguido que la dependienta le diera y la introducí por donde debía (xD). De repente la pantallita se iluminó, explicando a los inútiles que no habían puesto nunca un pie en un fotomatón como funcionaba y los pasos a seguir para que salieran las fotografías.
-Debo de reconocer que no te diría que no a ninguna de las dos cosas...