Segundo día de tormenta de verano [Nico] [+18]

Ya era el segundo día de tormenta veraniega... el primero había estado en las cuevas con Dean... si, en las cuevas, dios mio, y ahora en un faro, lo mio parecía una película de terror... iba a sitios oscuros y siniestros los días de tormenta... el día en que me saliese un asesino de verdad ya me iba a enterar yo...
Entré empujando la puerta pesada costosamente con el pelo mojado y la ropa afortunadamente solo muy poco mojada, esta vez el refugio me había pillado cerca.
Cerré la puerta detrás mio y saqué mi móvil el cual usé de linterna para ver un poco... el sitio de debajo de la escalera me daba muy mal rollo por lo que preferí subir las escaleras, me agarré a la barandilla y empecé a subir lentamente mirando hacia la sala donde estaba la gran bombilla" como la llamaba yo, miré el móvil y le mandé un sms a Dylan "Dy, estoy en el faro, me ha pillado la tormenta, puedes venir?"
Cuando le dí a enviar me dí cuenta de que no había cobertura al pasar más d eun minuto con la pantallita de "enviando a" y luego sonarme un leve bip en el auricular del móvil.
Bufé molesta llegando a la sala y me asomé por el ventanal, mirando las vistas, sonreí, eran preciosas... aunque me sacó de ese bonito paisaje un portazo en el faro...
La piel se me puso de gallina y el corazón aumentó sus latidos... sin hacer ruido me asomé levemente por la puerta para ver quien era desde el piso superior.

Iba paseando por la playa tranquilamente, después de haber estado haciendo algo de surf. Me encantaba salir a surfear por la tarde, cuando el sol se empezaba a poner. Paseaba por la orilla de la playa hasta que de repente noté como una tormenta empezaba a inundar el pueblo. Otra vez? me dije. En dos días, dos tormentas; esto era algo un poco extraño en Maine. Busqué algun sitio donde cobijarme hasta que se calmara un poco el ambiente, y lo unico que vi accesible y cerca fué el faro. Me acerqué corriendo hasta el, algo empadado. Conseguí abrir la puerta y la cerré de un gran portazo. Miré a mi alrededor. Todo silencio y oscuridad. De vez en cuando se escuchaba algun ruido, pero causa de la lluvia. Comencé a subir las escaleras para ir a la parte superior del faro y desde allí observar si la tormenta cesaba, o simplemente, observar el pueblo y sus maravillosas vistas, sin pasarse por mi cabeza que ya había alguien arriba-

-Mierda!.- susurré cuando ví que empezaba a subir las escaleras, y más cuando reconocí su rostro... su estúpido, prepotente, chulesco, varonil, y sensual rostro... era Nico, por qué él? y que hacía aquí?
Corrí lo más sigilosamente que pude hasta la habitación del faro y cerré la puerta, poniendop un par de cajas delante de la puerta, ya haciendo ruido, pero me daba igual... el se quedaría al pié de las escaleras y yo dentro del habitáculo, segura de que me viese, a menos que tirase la puerta abajo, que lo dudaba mucho... aunque bueno, siendo el gorila bruto e insensible que era lo dudaba mucho.
Aun así corrí hasta donde estaba la gran bombilla y me puse de cuclillas escondiéndome en un punto muerto donde, si conseguía abrir la puerta, no me vería, o no hasta que caminase...

-Iba mirando hacia abajo, asegurandome que pisaba bien en los escalones adecuados, hasta que escuché un portazo en la parte de arriba y al subir la vista hacia ese punto, pude ver como la puerta se acababa de cerrar ante mis narices. Mi cara no fué mas que de asombro, pero no de miedo- Quien anda ahí? -Pregunté con un tono de voz duro. Subí los ultimos escalones que me quedaban hasta llegar a la habitación y me paré ante la puerta- Oh, vamos! O abres, seas quien seas, o voy a tirar la puerta abajo. Estoy ya mayorcito para juegos de este tipo, como el escondite y tal -Dije con un tono de voz cansado e indiferente. Al no escuchar respuesta, giré la manibela y nada, no se abría. Algo empujaba la puerta hacia fuera que no conseguía abrir... esas estupidas cajas. Probé suerte de distinta forma. Me hice unos pasos hacia atras y levanté la pierna de tal forma que le pude dar una fuerte patada, haciendo que la puerta se quedara abierta de par en par y todas las cajas que habia tras ella, cayeran al suelo una a una, formando un gran ruido. Me quedé observando la habitación, completamente vacía, o eso parecia-

Me llevé las manos a la cabeza cuando todas las cajas hicieron semejante estruendo... dios mio, pues sí que era tan troglodita como para tirar la puerta abajo... será burro.
Se quedó en silencio y me asomé levemente, recogiéndome el pelo, pero desafortunadamente me vió, por lo que fingí que no lo había viato y me levanté, posando una de mis manos en las caderas y arqueando una ceja con prepotencia -Oh my fuckin god... ya decía yo que semejante anormalidad solo la podías hacer tu... por qué no te vas? me sigues o que?.- Siseé venenosamente andando hacia la cristalera y sin perderle de vista... ni a él ni a su cuerpo, joder que bien estaba el chaval...
Lo trataba mal porque él era el único chico que sabía como era realmente... que no era la presidenta del club de castidad sinó una arpía y una víbora... y él me tenía cogida por donde quería con tal de revelar mi identidad... por eso no me gustaba, y siempre le pretendía hacer la vida imposible.

-Me hice paso entre todas aquellas cajas, apartandolas con mis pies para poder entrar a la habitación. Observé lentamente todo hasta que la ví. Ella, Angelica; la niña inocente y buena para todos, pero en realidad todo lo contrario. Quizás eso era una de las cosas que más me llamaba la atención de ella, su personalidad no iba acorde a su nombre. Observé como se posaba frente a mi y escuché sus palabras. Suspiré. Un suspiro cansado, indiferente... como si lo que me estaba diciendo, no iba conmigo- Coincidimos en algo. Ya decía yo que eso de esconderse e ir cerrando las puertecitas solo se le podía ocurrir a una niña como tú. -Contesté orgulloso de mis palabras,a la vez que me paseaba por la habitación sin rumbo fijo- Porque no te vas tú? Creo que tu respuesta coincide con la mia. Con esta tormenta, pocos tienen ganas de mojarse y estar andando por ahí felizmente, preciosa -A esta última palabra, le dí un toque de retintín mezclado con sarcasmo- Vaya, me pillaste! Uno de mis pasatiempos favoritos es seguirte de un lado para otro -Dije respondiendo a su pregunta ironicamente. Me acerqué al ventanal desde donde se podía observar todo y pude ver que la tormenta iba largo, o eso parecía. Me acerqué a una de las cajas de las que antes me habia deshecho y tomé asiento en una de ellas, escurriendome la camiseta que todavia goteaba-

-Bueno... de niña tengo poco... recuerdas que esa palabra me la quitaste tu? oh claro... no lo recuerdas, porque a tí te da igual.- Dije acercándome a él y posando mis manos sobre su pecho para luego clavar mis uñas y darme la vuelta, para llegar a la cristalera antes que él, meneando mis caderas de manera suntuosa viendo como la lluvia arreciaba... genial, me iba a tener que estar aquí con ese pedazo de "bombero" en el faro... aquel día no lo había disfrutado nada, estaba borracha y me había dolido, demasiado, pero esta vez, en caso de que pasase, iba a ser genial
-Claro... pero no te preocupes, esa obsesión que tienes por mí la sufren todos los del pueblo.- Reí de forma prepotente apoyándome en la barandilla observándole con una ceja arqueada -Y que, maldito asqueroso, sigues emborrachando a las chicas para desvirgarlas o ya tienes un poco más de tacto.- Pregunté sin mucho interés, fijándome en su cuerpo y pensando si marcharme o no como me había indicado, todo menos estar aquí atrapada con él.

Quien ha dicho que me de igual, o que no me acuerde? Todo eso lo has soltado tu solita por tu boca -Comenté con un semblante de voz duro e indiferente. Observé lo que hacía. Disfrutaba con aquello? Disfrutaba siendo la chica mala que aparentaba ser? Estas eran unas de las preguntas que siempre me hacía cuando la veía. Por un momento, tube un flashback de aquella noche con ella. Si, los dos estabamos algo borrachos, demasiado diría yo, pero me acordaba perfectamente de todo; en ese momento, no sabía que ella era virgen, no sabía que yo estaba siendo el encargado de quitarle su virginidad, pero disfruté con ella, mucho. Volví a la realidad al escuchar aquel comentario egocentrico que acababa de decir. Saqué de mis vaqueros el paquete de tabaco que llevaba. Algo mojado y humedo por dentro, pero servible para poder quitarme el estres que ella me estaba ocasionando. Encendí uno de los cigarros y volví a guardar el paquete en su sitio- Ya me gustaría a mi comprobar que es cierto eso que dices -Comenté observandole de arriba abajo. Para ser algo mejor que yo, estaba bastante bien. Si, demasiado bien. Le dí una calada al cigarro mientras soltaba el humo despacio, haciendo formas de o. Escuché su pregunta, y contesté a ella con un tono de voz calmado, intentando no alterarme con sus comentarios- Aquí no hay ningun asqueroso, niñata. Creeme, hablame bien y las cosas irán mejor -Comenté en forma de advertencia- Siempre he tenido tacto con las mujeres. Si aun guardas rencor de lo que paso aquella noche, hazlo, pero no por ello tiene que significar que a todas les pase igual.

-Y quien te dice que yo quiera que las cosas vayan bien¿?.- Ladeé la cabea empezando a reirme negando con la cabeza y volviendo a avanzar hacia él, tomándome la libertar de separarle las piernas y sentarme en su regazo, pasando las manos por su cuello por si se atrevía a tirarme... visto lo de la puerta, me esperaba de todo de él a decir verdad...
-Nicholas, vamos a ser claros, tu no me caes bien... y si yo te caigo bien o no me trae sin cuidado...- Le sonreí cariñosamente posando un beso en la comisura de sus labios con tono malicioso -Que quieres...- Al ver su cara pue comprender que no me había entendido... raro en él -No te guardo rencor por haberme quitado la virginidad... pero a decir verdad es lo único que sé echarte en cara, por lo que te tengo rabia es porque tu eres el único que puedes arruinar mis planes... y te lo advierto ya, podemos hacerlo por las buenas, porque como intentes decirle a mi hermano o a los demás como soy... te voy a hacer la vida imposible.- Le sonreí como le solía hacer a mis padres, como si nunca hubiese roto un plato.

Nadie, pero yo lo sé -Contesté seco y firme, ante su reacción risueña. Observé lo que hacía con toda la libertad del mundo, como si yo fuera su juguete o algo así. No pude hacer nada porque antes de intentar reaccionar, ya estaba agarrada a mi cuello. Le escuché con muy mala cara, hasta que noté ese beso en la comisura de mi labio, el cual no pude rechazar a tiempo, y con el que tube que quedarme parado- Tu no me caes bien, nunca lo has hecho y nunca lo harás -Repetí en el mismo tono despectivo que habia utilizado antes. Escuché su argumento, aun con mala cara, escuchando cada una de sus palabras en ese tono de niña buena con el que siempre conseguía cautivar a los demás, excepto a mí- No te tengo miedo. No tengo miedo de una niñita de 16 años que se cree comer el mundo. Qué me vas a hacer? -Pregunté ironicamente mientras observaba con repugnancia su sonrisa angelical- Sé como eres, sabes que en cualquier momento puedo soltar cosas de mi boca, y aunque sigas tratandome de esa forma, para mi no es ninguna amenaza -Al decir este comentario, le guiñé un ojo, haciendome el amable-

-Bueno... supongo que no puedo pretender ser el agrado de todo el mundo.- Me encogí de hombros haciéndome la conforme y escuchando sus palabras
-Que que voy a hacer? pues... no sé, he provocado varios traslados fuera del pueblo y en una ocasión estuve cerca de un suicidio... lamentablemente la chica recibió ayuda.- Torcí la boca en una mueca de insatisfación, me levanté de encima de él y empecé a andar altrededor de la gran bombilla escuchando su amenaza por que sí, era y sonaba como una amenaza
-Como te atrevas Nicholas te juro que...- No acabé la frasde... en parte porque quedaba mejor, en parte por qué no sabía que decir.
-Enserio... acaso quieres algo a cambio de tu silencio? me vas a sobornar? es eso? mira tu que peliculero nos salió el niño.- comenté con desdén

Off: quiero la bofetada y pasar al sexo ya ._______. xDDDD

Y no lo pretendas nunca, porque no lo conseguirás! -Dije seguro de lo que estaba diciendo. Al escuchar cada una de las cosas que había hecho, también hice una mueca. Si me lo hubiera dicho cualquier otra persona, no lo hubiera creido y hubiera comenzado a reir, pero viniendo de ella, me esperaba todo eso y más. Observé como se levantaba de encima de mí y la tensión se esparcía un poco. Escuché su "juramento" y me levanté de las cajas lentamente, hasta alcanzarla. Le cojí por detrás, girandole por los hombros para que me mirase. Me acerqué despacio a su cara, serio- Me juras que qué? No te tengo miedo, ya te lo he dicho -Al oir su comentario, mi humor empezó a ir a peor. Esta niñita insolente y caprichosa conseguía sacarme de mis casillas con solo un simple gesto o una simple palabra- Eres una niñata caprichosa, egoista, y prepotente! A mi no me puedes engañar, te tengo calada. Sé como eres, se como te comportas... Qué iba a pedirte a tí? Un chupete? Un caramelo? -Pregunté con enfado, algo bruto-

Off: jajajajaja uo,uoo. Bofetada por parte de quien? =O

Su agarrón me pilló desprevenida, quisé gritarle pero su bramante voz chocando contra mi piel y sus fuertes manazas sujetándome los hombros me lo impidieron sintiendo algo parecido a... miedo?
Apreté la mandíbula mirando sus ojos grisáceos, quien se creía que era para hablarme así? estaba seguro de que estando delante de más gente no lo haría, más que nada porque en cuanto a credibilidad, la Drama Queen siempre ganaba.
Empezó a llamarme niñata y a vacilarme, yo comencé a zarandearme entre sus brazos de manera brusca, haciéndome daño a mi también, pero al finalo conseguí soltarme y le dí una bofetada que resonó por toda la habitación acompañada por un grito mio antes de empezar a hablar eufórica
-Pero tu quien demonios te crees que eres para llamarme niñata? un chupete? de que vas maldito gorila no conoces ni la mitad de lo que soy!!! y como vuelvas a tocarme juro que te parto las pelot*s en dos de una patada me oyes!.- chillé yo también histérica, en el momento en que me callé y ambos dos nos quedamos mirando el uno al otro, un trueno retumbó haciendo que se iluminase toda la habitación, no sabía por qué... pero incluso enfadado me ponía.

Off: ya lo has descubierto xD

-Pude observar su reacción. En ese momento en que sus ojos brillaban, se zarandeaba hacia los lados, incluso apretaba la mandibula, supe que era ella, una niña con cuerpo de mujer. Me alegré incluso de que se pudiera soltar de mi. Sabia perfectamente que no era capaz de hacerle daño a una mujer ni mucho menos, porque respecto a eso, yo era un chico con mucho tacto hacia ella, pero en cualquier momento podían saltar chispas de ahí. Fué cuando noté el bofetón en mi cara cuando salí de mis pensamientos y de su mirada penetrante. Me llevé la mano a la cara, posandola justo encima de donde había recibido aquel bofetón. Escuché todo lo que decía, sin perder el más minimo detalle, mirandole fijamente, respirando agitadamente. Le oía, claro que le oía, pero en ese momento con tanta tensión acumulda, no era capaz de articular palabra. Noté aquel trueno, su mirada, el silencio..- Callate, Angelica! -Dije en un grito, que a los segundos, fué ahogado. Cojí su cara con fuerza, entre mis dos manos y me acerqué a su boca ligeramente. Comencé a besarla con ganas, con mucha fuerza, como si de ello dependiense el mundo. Metí mi lengua en su boca, jugando con la suya salvajemente, recorriendola centimetro a centimetro-



Off: si, creo que me ha quedado bastante claro! xD jajaja

Su grito solo me hizo pensar en una cosa y era en que me iba a soltar un golpe que me iba a dejar tonta en el suelo... me preparé cerrando los puños con fuerza, como si eso fuese a servir de algo, se acercó a mí y me preparé para chillar... pero a cambio de eso, fué la primera vez que me sentí una chica-globo, pues había cogido aire pero no no lo había soltado porque alguien me lo impedía. Al principio mantuve los ojos abiertos como platos dándole golpes en las cosquillas para que me soltase pero luego lo admití, lo odiaba, y con todas mis fuerzas, pero aparte de Christopher, ese chico era varonil en letras mayúsculas y eso... quieras que no, ponía, y mucho.
Mis manos se colgaron a su cuello empujando su nuca contra mí, devolviéndole el beso con euforia y jugueteando con su lengua poniendo todo mi empeño, de un salto, mis piernas quedaron enganchadas encima de sus caderas mientras me movía insinuantemente, sabía que yo no pesaba, y menos ante un armario como lo que era él, por lo que estuve tranquila mientras mi respiración empeaba a agitarse.

Notaba sus golpes con fuerza y furiosos en mi costado, pero no podía soltarme, no ahora que estaba cegado por la furia y la rabia y la estaba soltando de aquella forma, en un beso. Seguí recorriendo furiosamente su boca, de esquina a esquina, mientras notaba como se colgaba de mi cuello y más tarde, sus piernas estaban rodeando mi cintura. Notaba su respiración agitada, bastante más que la mía. Fuí andando con ella por la habitación sin separarme ni una decima de segundo de su boca, la cual tenía toda mi atención, hasta encontrar un sitio donde poder dejarla y estar mas comodos. Al poco, encontré una especia de muro, donde la dejé sentada o mas bien apoyada, pero sin soltarse de mi cuerpo. Llevé mis manos hasta su cintura, especificamente hasta el borde de su camiseta, de la cual tiré hacia arriba con fuerza para deshacerme de ella-

Noté como caminaba conmigo y por primera vez estaba volando, me reiría si no estuviese tan furiosa... sí, era raro, nunca había desatado mi furia de esa manera con alguien, pero estaba furiosa... el caso, de no estar furiosa besándome con aquel potentorro, me habría reido diciendo que era superwoman.
Me empotró contra una pared y solté un leve gemido, que solo consiguió excitarme más... oh dios, me ponía escuchándome gemir a mí misma? tenía que ver a un especialista.
Noté como mi camiseta era tirada hacia arriba con brusquedad, tanto qe algunos hilos sonaron rotos, pero hoy me daba igual, como si me rompía el vestido que había llevado en fin de curso, la verdad no estaba pensando en eso., le ayudé a deshacerme de ella, momento que aproveché para coger aire antes de volver a besarle, o mejor dicho, a bateallear con nuestras lenguas.
Le emulé y, aprvechando que estaba apoyada y sin riego de caerme, llevé mis manos hasta su camiseta, tirando hacia arriba y tocando sus pectorales con lujuria y deseo, bajando hgasta sus abdominales y moviendo mis caderas contra las suyas... este chico sacaba partes de mí que me asustaban.

-Al escuchar su gemido, la excitación aumentó, y con ello también el deseo que habia de por medio. Había escuchado crujir su camiseta, pero eso era lo de menos, porque en ese momento, cualquier cosa que tapara su cuerpo me era un estorbo. Volví de nuevo a su boca, jugando con su lengua con ansias, con deseo, con mucha fuerza, incluso con brusquedad. Le ayudé con una de mis manos a sacarme la camiseta, lanzandola por ahí en la oscuridad, a saber donde. Al notar sus manos en mi pecho y en mi torso, me estremecí de placer, deseando que no dejara de rozarme. ¿Como una persona a la que odiaba tanto, podia hacer que me estremeciera con rozarme? Eso me enfurecía más aun, por lo que más ganas de hacerla mia me entraban. Bajé mis manos hasta su short vaquero, desabrochandole el botoncito lentamente para luego bajarselos bruscamente. La curiosidad me podía, asi que tube que dejar de besarle un segundo para bajar mi vista hacia sus partes. Un tanguita color rojo, lo que me imaginaba. Era tan minusculo, pero tan sexy... Me mordí el labio al verla con eso puesto, y volví a su boca antes de que pudiera hacer algo peor, mientras notaba sus caderas moverse lentamente, cosa que hacia que cada vez estubiera a mas de cien-

Mi camiseta se quedó prendada en mi pelo y con muy mal genio me la arranqué tirándola a una de las esquinas mientras notaba mi torso rozarse contra el suyo, mis pechos separados solo por una fina lencería a juego con el tanga se pegaban a sus pectorales y todo eso me estaba volviendo loca de placer... y sin tan siwuiera tocarme, aun seguía sin entender que tenía Nico para hacer que lo odiase y casi me corriese de solo pensar en él.
Noté como de repente no tenía pantalón, solo mi ropa interior y mis tacones, un fetiche un tanto extraño, pero sería interesante probarlo.
Cuando se separó para ver mi ropa interior reí de forma maliciosa lanza´ndome a su cuello a hacerle una marca mezclada con mordiscos antes de que me volviese a buscar con sus bruscos y duros labios... -Hazme tuya.- Le susurré al oido antes de morderle sensualmente el lóbulo de la oreja, aunque por mí s elo hubiese arrancado, pero este momento no lo iba a estropear por nada del mundo.

Me estaba volviendo loco, todo esto me volvía loco. Notaba su cuerpo rozandose con el mio, haciendome estremecer de una manera asombrosa. Estaba completamente excitado, y se colmó la gota al vaso cuando noté como me hacia una marca, y más aun como mordía mi oreja, de forma que no pude hacer otra cosa que soltar un gemido. Al escuchar esas palabras, decidí obedecer sin pensarmelo. Por primera vez, coincidiamos en algo. Bajé con un poco de dificultad mis vaqueros, dejandolos caer al suelo y dando un paso hacia alante para salir de ellos. Al hacer esto, mi miembro quedó completamente pegado al de ella, cosa que hizo que se pusiera "feliz" del todo. La dejé un momento en el suelo, de pie, para poder bajar mi boca por su cuerpo hasta llegar al tanga. Se lo bajé con mis dientes, y acto seguido subí de nuevo hasta su boca. Le di un beso salvaje, a la vez que mis boxers caían al suelo de golpe. Por fín, con mucho deseo entré en ella velozmente, moviendome a intensa velocidad, acariciando su cuerpo-

Me bajó al suelo y en parte me quedé un poco molesta, con lo bien que estaba yo haciendo de mono...
Me besó mientras yo continuaba besándole con furia, metiendo mi lengua en su boca de manera exagerada y mordiendo su labio inferior de forma salvaje, cuando empezó a bajar por mi cuerpo, alcé las manos hasta un punto como si unas cadenas imaginarias me las hubieran atado, gimiendo cada vez mas alto y notando como mis piernas se estremecieron cuando noté su boca delante de mi sexo, cuando empezó a retirar mi tanga, ya mojado, solté un leve jadeo abriéndome de piernas y sí, quedándome en una pose un tanto ridícula, pero facilitando lo que iba a hacer a continuación.
Cuando estuvo dentro de mí, se introdujo a aquella velocidad y no pude evitar, incluso estando ocn la boca atrapada en la suya, soltar un grito, porque ya no fué gemido, fué un grito puro y duro de placer, mis dedos se clavaron en sus hombros de manera mecánica notando como entraba y salía ayudando yo también con un movimiento leve de caderas

Notaba la fuerza con la que me besaba, con ganas pero a la vez con esa rabia que había hecho que estubiesemos así, de esta forma. La cojí otra vez en peso, volviendo a rodear mi cintura con sus piernas, mientras seguía entrando y saliendo de ella a gran velocidad, moviendome con deseo pero a la vez con furia. Cuando noté sus uñas clavadas en mis hombros, hice un movimiento brusco, ya fuera de placer o dolor, pero lo hice, haciendo que entrara en ella de forma más bruta. Escuchaba sus gemidos y sus grititos, que se ahogaban en mi boca o en cualquier parte de mi cuerpo, y mis manos bajaron por su espalda hasta posarse en su culo, apretándolo.

Seguía entrando y saliendo de mí a una velocidad mareantemente placentera, puse los ojos en blanco echando la cabeza hacia atrás mientras dejaba escapar un par de leves pero contundentes gritos al notar su grande y grueso miembro abrirse paso entre mis paredes, haciéndome perder los papeles, me subió a su peso de nuevo y empecé casi a saltar encima de él para aumentar la velocidad, mientras los jadeos aumentaban de ritmo.
Cuando le clavé las uñas hizo un movimiento bastante brusco que me hizo descubrir una cosa... la tenía realmente enorme, pues había llegado a aquella zona que, por mucho que empujases, no entraba más y te dolía a cada embestida... eso hizxo que me riese levemente gozando y reanudando la marcha, sus manos sujetaron mi culo y lo apretaron y yo no pude hacer otra cosa que dejarme llevar por aquel momento.

-Seguía igual, entrando en ella a ese ritmo vertiginoso mientras disfrutaba de cada una de las cosas que estaba notando o sintiendo. Sonreí un poco al notar como ella me ayudaba con sus pequeños saltitos. Con ese movimiento brusco que hice, llegé al tope. Noté como extallaba en una sensación que me encantaba, y para no soltar un gemido lo suficientemente fuerte como para que retumbara en todo el faro, opté por darle un beso fuerte, pero a la vez intenso, y callarme de esa forma. Seguí un rato más asi, entrando y saliendo de ella con deseo y fuerza, hasta que el tiempo hizo que acabaramos completamente agotados y opté por suavizar el ritmo, haciendo que esta vez fuera mucho más lento y suave, pero igual de placentero-

Siguió con esa velocidad y notaba como cada vez... bueno mejor dicho como a cada segundo que pasaba, y a cada embestida que hacía, mi climax estaba más y más cerca.
Me besó ahogando una especie de gemido que soltó él, que me alegró escucharlo en parte porque no quedaba yo como la gritona solamente, sinó que eso demostraba que también le estaba gustando... y que yo no era tan mala haciéndolo. Le devolví el beso con la misma intensidad que nuestros dos cuerpos estaban moviéndose empapados de sudor.
Bajó un poco el ritmo y lo agradecí sabiendo que como hubiese continuado un par de minutos así llegaba al éxtasis sin pensarlo ni remediarlo, pero igualmente me daba placer, me recosté en la pared, el frio de esta hizo que mi espalda se arquease y se pegasen mis pechos a sus pectorales, le acaricié el rostro besándole de forma más pausada, separándome de él unos centímetros para observarle -Idiota...- fué lo primero que dije entre jadeos, cuando pude hablar, notando como seguía dentro de mí, y sin querer que la cosa cambiara.