Un gran día de sol .. [Libre].

Hacía mucho calor, me estaba sofocando ya que parecía que todos los días en Maine eran parecidos. Me encojí de hombros y salí de la acojedora casa de mis tíos con la bolsa de la playa que tenía preparada tiempo atrás, para cuando pudiera ir, porque lo cierto es que tenía muchas ganas, pero no había tenido la oportunidad. No había nadie en casa, por lo que me fuí sola y temprano, para así poder cojer algún sitio bonito. Cojí las gafas de sol que había encima de mi mesilla de noche, con un borde blanco bastante grueso y la sombrilla de detrás de la puerta, me cargué la mochila al hombro y suspiré. Me dispuse a caminar hacia la playa, viendo todos esos puestecillos, la gente pasear, los turistas, sus habitantes.. la verdad es que Maine era realmente agradable, tenían razón mis tíos sobre sus pequeñas historietas, que nos contaban a mi hermana Cassidy y a mí. Entré en la playa y me quité las chanclas, me gustaba notar la arena suave en mis pies, ya que era de suponer que en la ciudad no había nada parecido, y abrí mi bolsa estirando la toalla, no muy lejos pero tampoco cerca del mar, me quité el vestido ya que debajo llevaba un bonito bikini que me había comprado no hace mucho, ya que no tenía ninguno porque todos los anteriores me quedaban pequeños, porque vuelvo a reiterar que no solía ir a la playa. El bikini era de un tono rosa, más bien rosa claro. Clavé la sombrilla en la arena como pude, aunque me costó bastante la verdad y me puse un sombrero con adornos bastante llamativos y extravagantes. Me eché la crema solar, y cerré los ojos; que estaban tapados por mis gafas y me quedé allí tumbada esperando a que alguien apareciera.

Quería tomar un poco el sol, antes de emprenderme en una caminata por Maine, me apetecía recorrerme aquel lugar para recordar los viejos tiempos cuando mi hermana Afry y yo eramos pequeñas y correteabamos por esas calles, pero con este tiempo lo que más me apetecía era tumbarme al sol, para ponerme un poco morena y para darme un baño refrecante.
Iba con mi gorra, mis gafas de sol y un peto y mi bolsa.

Me quité las chanclas para no ensuciarlas demasiado con la arena.

Cuando el caminito de madera terminó y mis pies tocaron la arena, mi cuerpo sufrió espasmos, era debido a lo caliente que estaba la arena. No paraba de andar y saltar como una loca para poder llegar hasta la zona cercana a la orilla. Iba mirando al suelo cuando casi me como por completo una sombrilla.

-Ups! perdone- me disculpé mientras colocaba en la posición que estaba. - La arena esta muy caliente- hablaba sin mirar a la persona que estaba dentro.
Mis pies ya no lo podían soportar más asi que solté la toalla al lado y me senté lo más rapido posible sobre ella. Miré a la chica y la sonreí.