Una nueva noche en The Maine [Libre]

[22:30]{Noches despejada y calurosa, el verano típico de Maine}

Hacía ya días que el instituto había acabado y todos podíamso oler ya el ambiente de libertad que se respiraba por las calles de la ciudad. En pocos días volverían a llegar los turistas de todos los años, y algunos más nuevos y todos estábamos ya dispuestos a pasar el mejor verano de nuestras vidas.

Ese día tenía ganas de celebrarlo, tenía ganas de fiesta (¿y cuándo no?), así que tras una ducha rápida me puse lo primero que pilé en el armario, como solía hacer siempre, sin preocuparme demasiado de conjuntar o mirarme demasiado al espejo. Me maquillé como siempre hacía, abusando del rimel y el eyeliner y salí a la calle sin siquiera avisar a mi padre más que con un simple: "Me voy, papá".

Me dirigí al Biltmore y entré a la vez que encendía un cigarrillo, saludando a las caras conocidas mientras entraba y acercándome a la barra para pedir una cerveza, cuando sentí que alguien decía mi nombre cerca de donde yo estaba.

Spoiler:

Verano... dios, después de sexo, drogas, alcohol y chicos, era mi palabra favorita. Hace escasos días ue el isntituto había acabado, yo, como no, estaba libre y sin compromiso gracias a mi magníficas notas, como las conseguí? eso no era lo importante...
Pantalón pitillo, botines de cuero negro y una blusa de doble fondo suelta y escotada blanca, oh sí, porfín empezaba lo bueno.

Revisé mi bandeja de entrada y ví que no tenía noticias de Hathor, odiaba eso de ella, en cuanto empezaban las vacaciones, ni una llamada, ni un mensaje, nada hasta que nos encotnrabamos casualmente en las fiestas! vale, estaba exagerando, pero un poco de drama no viene mal nunca.
Salí de casa como alma que lleva el diablo, mis padres no me pedían explicación alguna, mi hermano sí, en que cabeza cabía eso?
Y como siempre la típica excusa de "voy a dormir a casa de Hathor" nunca fallaba, me costó un poco de tiempo, pero conseguí llegar al Biltmor donde, como no, aquella melena rojiza asomaba en la barra
-Hola fea, Haaaathor- La saludé con naturalidad mientras movía mis caderas hacia ella, le planté un beso en la mejilla aprovechando la distracción para, por el otro lado, robarle el cigarro y darle una calada antes de que me dijese nada.

Al segundo supe de quien era esa voz, era la inconfundible voz de mi mejor amiga, Angel, aunque de Angel la pequeña tenía sólo eso: el nombre. La saludé con algería al verla, siempre tan mona y arreglada que era inconfudible, un baboso detrás nuestra no le quitaba la vista del culo, aunque estaba acostumbrada a todo ese tipo de cosas, seguían haciéndome gracia.

-Deberías empezar a comprarte tabaco tú, pequeña puta-le dije, a modo de saludo, con una ceja levantada mientras sacaba otro del bolsillo de la chaqueta, de poco iba a servir que se lo volviera a quitar, era como quitarle el caramelo a un niño, seguro que se ponía a llorar o con cara de cordero degollado. Encendí el cigarro entrecerrando mis ojos claros por el humo-. Así que ahora mismo para tus padres tú estás... ¿en una pyjama party en mi casa? ¿O me equivoco?-dije con una gran sonrisa, sus padres eran algo más estrictos que mi padre, él siempre me dejaba hacer lo que me viniera en gana aunque luego viniese con sus charlas de padre preocupado... ya no funcionaban. Lo bueno era que los padres de Angélica creían en lo que su "buena hijita" les decía cada noche. Debían pensar que la morena ahora vivía en mi casa de todas las noches que "dormía" conmigo-. No sabes lo contenta que estoy de que sea verano...-dije mientras le pedía al camarero lo de siempre, una cerveza bien fresquita para emepzar la noche-. Bueno, sí lo sabes-dije con una media sonrisa, suponía que a ella le hacía como mínimo tanta ilusión como a mí.

Ví como Hathor miraba hacia atrás mio y supuse que alguno me estaría mirando el culo, eso solo me incitó a menearlo el doble los pocos pasos que me quedaban hasta llegar a mi cómoda, libre y sucia silla de bar
-Por favor dime que está bueno.- Le imploré divertida refiriéndome al que me estaría mirando el culo, bueno, ahora ya no, pero daba igual.

-Oh venga Stéphany, no seas egoista...- dije por joderla un rato antes de empezar a carcajearme cuando ví su mirada furibunda y asesina -Vale vale, me he pasado, lo siento Hathor, simplemente te llamaré zorra.- Me encogí de hombros lanzándole un besito cariñoso y alzando la mano para pedir una caña, el del bar ya me conocía bien, y lo ubneo esque después de mucho insistir había acabo cediendo a darnos cervezas.
-Si, en tu casa... y me encanta que no llamen para preguntar como estoy, afortunadamente ya los domé del todo, y solo me costó 3 años.- Reí de forma prepotente acomodándome el pelo y el escote a continuación -Y a ti ya te vale... no me llamas ni para salir al bar de la esquina, que pasa, te doy miedo ahora o algo?.- Pregunté bromista dándole una calada a mi nuevo cigarro de strangis echando una "O" hecha con mis labios ahora rojos por el pintalabios.
Hizo su comentario sobre el verano y asentí con los ojos brillantes -Sip, es genial que esto acabe de empezar... este año será genial, para las It's Girls y para nosotras dos solas también.-

-De hecho... creo que te lo has tirado antes.. ¿o fui yo? La verdad que no me acuerdo muy bien de las caras...-dije frunciendo el ceño confusa. Era un problema cuando te liabas con tíos después de una laaarga noche de copa tras copa. Así ¿cómo iba a recordarles?

Miré con cara de pocos amigos ante la mención de mi primer nombre, el maldito primer nombre. ¿A quién se le ocurría llamar a su hija Stephanie?-. ¡Ohh! Es la cosa más bonita que me han dicho nunca... normalmente pasan directamente a lo de "puta sin sentimientos"-dije con carita de perro abandonado-. Lo de puta, lo dejo pasar, pero... ¿qué no tengo sentimientos? ¿A qué si los tengo, Angel? Di que si o te mato-dije mirándola con cara de advertencia, con una sonrisa al recibir su beso. Eso era lo bueno de tenerla como amiga, otras personas te juzgarían por algunos de mis "actos del pasado" (y no tan pasado), pero Angel, no, Angel nunca lo hacía.

-Ya era hora... tan solo has desperdiciado tres años de tu juventud... ¿Y sabes qué? por desgracia no es eterna, chica, así que ya sabes que tienes que aprovecharla...-dije echándome el pelo hacia atrás como si fuera una de las personas más experimentadas de la sala-. Lo cierto es que sí, me asustas, me quitas a los chicos...-dije fulminándola con la mirada-. Ahh vamos.. si sabía que tarde o temprano vería tu culo meneándose por esa puerta-dije, era algo obvio, en las vacaciones aquel bar era nuestra otra casa. Le di otra calada al cigarro pensativa. En ese verano podían pasar tantas cosas-. La verdadera pregunta es: ¿Cuántos tíos buenos vendrán? ¿Y con cuántos acabaremos liadas?-dije soltando una gran carcajada, ese era el pan de cada día.

-Oh... puede que sea Richy...- Empecé a reirme a carcajadas sabiendo que Hathor también lo haría, o al menos le haría gracia, teníamos una paranoia con aquel nombre pues siempre que no nos acordábamos de las caras decíamos que se llamaba Richy, que fué un pobre ingrato que cayó en una noche de vaciles al ser precoz e intentar montarse un trio con ella y conmigo.

Paré de reir sujetándome el estómago justo cuando me trañian la cerveza, bebí un gran trago para luego darle una calada a mi cigarro -Claramente Haroth... no nos acordamos de las caras de los tios por regla femenina 1º que te conlleva acordarte? emparanoiarte con que puede ser algo más que un polvo 2º porque tu no sé, pero yo precisamente no les miro a la cara.- Dije riendo maliciosa, echando la ceniza en un cenicero y escuchando la música de fondo, bailando sentada, me encantaba hacer eso.
Posé una mano sobre su pierna mirándola pestañeando a lo película a cámara lenta -Cariño, claro que tienes sentimientos... por dios, transmites más que una zanahoria plantada al lado de un campo de maría.- Rodé los ojos sabiendo que era cierto y que mis ejemplos no eran muy claros, pero que la apoyaba.
Ignoré su comentario de que la asustaba para pasar al siguiente, que me interesaba más reprocharle -Ya jooo... pero siempre hace más ilu si te invitan..- Dije como una auténtica niña pequeña, en cierto modo me gustaba imitar a las cursis de mi edad que aun creían lo que decían las canciones de Taylor Swift.

-Cierto... te apuesto 3 copas a que yo me lío con más de 3 y tu... bueno contigo es imposible hacer cuentas.- Me uní a su risa alzando la copa para brindar.

-¡No por Dios! ¡Richy no!-grité con fingida cara de pánico, atrayendo algunas miradas, para luego estallar a carcajadas ignorand los pares de ojos que miraban a las "escándalosas de la barra". Estábamos acostumbradas, ¿no?

No pude evitar seguir riéndome por su "Reglas", especialemente con la segunda-. Tienes mucha razón- dije mientras me secaba una lagrimilla de la risa. Le dieotra calada al cigarro y levanté las manos como si algo se me hubiera olvidado-. ¡Te falta el tercer motivo! El alcohol en vena suele estar en cantidades industriales en esos caso...Y lo que no es alcohol...-dije con una gran sonrisa, no sería la primera vez que nos enrollábamos con alguien después de fumar un par de porros.

-Me alegro ser algo más que una simple zanahoria-dije poniéndome la mano a la cabeza a lo actriz pésima de película dramática. En el fondo, zanahoria y pecosa, tenía mis sentimientos, lo difícil era que los mostrara realmente-. Jooo... Lo siento, la próxima vez te llamaré, pero eso cuando terminemos de ver Hannah Montana, ¿si?-dije imitando su voz de chica tonta y, en mi opinión, inmadura. No es que yo fuera precisamente el ejemplo de la madurez, pero las chicas tan fresas que parecía que vivían en su cuento de hadas, eran mucho peor que yo.

- Entonces vas a invitarme a tres copas... Ya huelo la victoria, es decir, el alcohol-dije riéndome, el verano pasado había disminuido algo mi lista por Dean, y la obsesión que había tenido con él, pero ahora, este verano acababa de empezar, y no era precisamente momento de pensar en el amor verdadero. Me gustaba más como sonaba la idea de las tres copas gratis.

Mi carcajada aumentó cuando gritó aquello y mucha gente se volteó a mirarnos, no sabía si era por las risas o por algo pero oí una cosa parecida a "tan temprano y ya borrachas, pobres" quien era esa vieja para juzgarnos a nosotras? o espera... me habría fumado algo de camino aquí y alomejor oía voces... no era la primera vez. aunque estaba segura casi al 100% de que no lo había hecho de camino al bar... enfín, daba igual.

-Oh cierto, el alcohol. esa bendita maldición... y bueno, de los humos reveladores mejor no digamos nada.- Le guiñé el jo acabándome el cigarro, torcí la boca, me había sabido a poco -Maldita... me has dejado un cigarro a medio acabar, porcierto, hablando de los humos reveladores, no tendrás no?.- Pregunté poniendo carita de cordero degollado.

-Tia, enserio, no te metas a actriz... te tirarán tomates y te dejarán el pelo como... ah bueno, en tu caso no.- Comenté maliciosamente arrugando mi naricita en forma de broma tonta antes de tomar otro trago escuchándola, y cuando dijo lo de Hannah Montana con esa vocecita me incliné hacia adelante, atragantándome de la risa, pero sin echar nada- Imbécil! casi me haces echar la cerveza, por dios no digas eso.- Le pedí riéndome negando con la cabeza.
-Si claro preciosa... mejor tu me darás 3 copas a mí, no me crees capaz de acabar con 3 tíos?.- Ennarqué una ceja prepotentemente

-¿Sabes qué? Si no fueras por la vida robándole cigarros a la gente no te quejarías tanto-le dije mientras sacaba del bolso mi paquete de tabaco y le daba un cigarrillo. Era el último-. Voy a comprar más-le dije bajándome de un saltito de la silla y con un gesto al chico de la barra le dije que desactivara el control para menores. Me moví con gracia hasta la máquina y tras echar las monedas pulse la marca que quería-. Esto es para ti, nena-dije mientras me agachaba de forma sensual para coger el paquete. Volví riéndome hasta donde estábamos y apagué el cigarro que tenía entre los labios para encenderme otro al instante.

-Nos ha salido graciosilla la morena perfecta-dije con un pequeño empujoncito en el hombro-. Pues que sepas que las pelirrojas somos mucho más exóticas...-dije con una gran sonrisa. Eso y el hecho de no ser estado unidense me ayudaba mucho a la hora de ligar. Era más fácil hacerse la guiri cuando tu inglés era claramente extranjero y tenías un pelo y una piel llamativas. Me rei a carcajadas cuando vi que iba a derramarme encima toda la cerveza-. Siempre tan elegante...-bromeé metiéndome con mi amiga mientras soltaba una gran carcajada.

-¿Y con cuántos piensas que voy a acabar yo?-le pregunté con una ceja levantada sobre mis grandes ojos claros-. Voy a ganar, lo sé... Tengo que aprovechar lo que no hice el año pasado-dije muy convencida, recordando de nuevo el verano que había pasado con Dean Thompson.

-Si claro y en vez de robarlos los llevo conmigo siempre a riesgo de que mis padres me pillen y me corten el cuello... no es eso lo que queires... o si?.- Inquirí maliciosa arqueando una ceja en el momento en que empezaba a sonar "Blah Blah Blah" de Ke$ha, por la radio -Dios adoro esa canción.- Dije sin venir a cuenta de nada mientras cogía el cigarro que me había tendido y sin pensármelo dos veces me lo llevé a la boca, ahora tenía dos cigarros y me veía como una choni graciosa. Metí una calada al segundo mientras me sacaba el otro de entre mis labios y lo tiraba al cenicero.
-Ok, no te pierdas.- Dije divertida al ver como se levantaba, tomé un poco y me puse a ojear la barra, después de un rato mirando le guiñé el ojo a un chico que... bueno bueno no estaba, pero tenía su pase.

Me despertó del sueño la otra cuando me llamó morena perfecta -Claro... que esperabas?.- y ante su comentario con la pelirrojas reí en mitad de una calada, entrecerrando los ojos por el humo -Si y que más... porque no me has visto en acción honey.- Solté un suspiro un tanto aburrido, el bar hoy no era lo mismo, casi no había chicos guapos... normal, los turistas aun no habían llegado y era principios de verano -Paciencia whore... paciencia.- Dije para mí misma.
-Es cierto... que te pasó con ese tal... Dean era? la cosa funcionó?.- Pregunté interesada apoyándome en la barra mirando disimuladamente al de antes.

-Claro que para la gente eres Santa María la Virgen, se me olvidaba...-dije haciéndome la despistada con una gran sonrisa. Como para olvidar que mi amiga era la chica más santa de Maine, o eso se creían sus padres. Me reí al verla con dos cigarros a la vez y me meneé en el mismo sitio que estaba con la canción. Ke$ha era sin duda una diosa de la música, siempre que la escuchabas daban ganas de bailar.

-Por desgracia, Angelito, si te he visto en acción... Demasiadas veces, o al menos oido, las paredes de mi casa, donde acabas siempre con los chicos, son muy finas...-le recordé con una risa divertida. Suerte que mi padre era un buenazo y nos entendía a los jovenes, y suerte que nuestro caserón tenía las habitaciones separadas-. Paciencia es lo que me falta...-dije con un suspiro cuando cambiaron la canción me entusiasmé, era Down de Jay Sean ft. Lil' Wayne. La amaba- Si a ti te gustaba la de Ke$ha esta a mi me vuelve loca-le dije mientras me levantaba de mi silla y me ponía a bailar yo sola, moviendo las caderas sensualmente y con una mano le indiqué a mi amiga que me acompañara-. Así le quitas la vista de encima al de la barra, porque sinceramente hasta tu puedes conseguir algo mejor bitch-le dije con una media sonrisa. Luego pensé lo que había dicho de Dean-. Bueno, fue un royo de verano, pero ese de verdad me gustaba... Así que no sé que pasará este año...-comenté mientras seguía bailando al ritmo de la música.

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