paseo ... [ethan]

Recosté mi espalda en el tronco de un viejo roble. Suspiré, después de la larga caminata que me había pegado. Levanté la cabeza, lo suficiente, como para observar como las ramas y las hojas del roble se movian lentamente con ayuda del viento. El viento cálido que venía acariciaba mis mejillas y mis brazos. Observé mi alrededor; no había ni un alma.
Retiré lo dicho hasta que oí los pasos de una persona. Miré por detrás del roble y allí estaba ella.. Sylvie. Me quedé algo asombrado y con la idea fija de que el mundo era un pañuelo.
Esperé que se acercara lo suficiente como para llamarla.

- Syl! - Exclamé, levantando la mano a modo de saludo, para que me viera.

- Oh, cuanto amor! - Dije, con rintintín. Le correspondí al abrazo, hacía un mes que no nos veíamos.

Lo dejamos hace un año porqué simplemente no funcionaba. Falta de tiempo para vernos, etc..
No eramos los tipicos ex que nos llevabamos a parir, que va.. eramos todo lo contrarío.
Ambos tubimos la culpa de dejar nuestra relación un tanto descuidada, no tenía nada que reprocharle a Sylvie. Le ''obligué'' a sentarse a mi lado, teniamos muchas cosas de las que hablar.
Me di cuenta de que tenía una regaliz en su mano era un vicio que me hacia mucha gracia.
Le di un mordisco a su regaliz y sonreí. - Quieres que empiece a abrumarte con preguntas, o prefieres hacerlo tú primera?

- Si, lo se - Dije, sonriendo con suficiencia, mientras me ajustaba el cuello de la camiseta.
- Si muy buena, parece que tu vicio sigue estable - Reí.


Me gustaba hablar con ella, era muy comprensiva, al igual que yo. Teníamos muchas cosas en común y era agradable de tratar.
Volví a recostar mi espalda en el tronco del árbol, llevandome ambas mano detrás de la cabeza.
- Pues lo típico Sylvie; viajar con estos, surfear, escuchar música.. todo diversión. Debería de sentar un poco la cabeza, lo sé .. - Dije, resignado. Mis padres no dejaban de repetirlo. - Estas vacaciones van a ser las últimas.. y tengo que aprobecharlas al máximo. - Miré las copas de los otros arboles, se movian al ritmo del viento. - Y tú que has echo? - La miré, esperando su respuesta.

- Demasiado tarde - Solté una risa y le volví a quitar el regaliz agilmente para darle así un pequeño mordisco - No, para nada.. no te equibocas - Sonreí de oreja a oreja.

Crucé las piernas, para sentarme como un índio. Eché una ojeada de nuevo al bosque.. estaba calmado, se podía hasta oír el sonido que emitian los grillos y los pájaros. Ese sonido era más o menos nuevo para mí y bastante tranquilizador. En la ciudad no podíamos oir estos sonidos, y era una pena.
Ladeé la cabeza para mirarla de nuevo. - Que bien - dije entusiasmado. Era realmente divertido salir de fiesta con Sylvie, las locuras podíamo llegar a hacer.. - Pues mira porqué cuando empiece el próximo curso ya tendré que apuntarme a la Universidad y todo eso .. - hice una mueca.
Al escuchar su ultimo comentario, me mordí el labío. Los padres de Sylvie se habían divorciado, y yo fui uno de sus amigos que le consolaron. - Sylvie no te voy a decir que te lleves muy bien con ella.. pero almenos, que no haya mal rollo.

- Thanks - dije, mientras le daba un pequeño mordisco a aquella regaliz roja que Sylvie me acaba de dar. Mientras masticaba, observé su gesto pensativo y me di cuenta de que se iba del mundo para meterse de pleno en sus pensamientos.
Un minuto de silencio se apoderó de nostros.

- Sí lo se.. pero mira, al fin y al cabo es tu madre. Fue quien te parió.. - Me llevé a la boca el último trozo de regaliz. - Pero supongo que tu madre te 'necesita' en parte, aunque no lo demuestre te quiere Sylvie, te quiere.. y yo también te quiero a tí - Dije, con una amplia sonrisa mientras le pasaba un brazo por sus hombros y la atraía hacía mi.

- Le costará - aseguré. Habían varias personas como la madre de Sylvie, que merodeaban alrededor de mi vida. Personas que no demostraban sus sentimientos, algo que no llegaba a entender del todo. ¿Porqué eran así de reservados? ¿Acaso para ellos no existía o no entendía el significado de amor hacía otros? Preguntas y más preguntas, y ninguna sin respuesta. Esto era frustrante.. Obté un posado serío, que desapareció al cabo de dos segundos, al oír aquello que decía Sylvie.

- Creo que podría decir lo mismo Sylvie, en vez de echarme en cara nuestra ruptura como hacen los demás tu has seguido adelante, apartando la amistad de la relación sentimental. Es algo que admiro mucho de tí, sabes diferenciar bien las cosas y tienes las ideas claras. - Puse la mano delante de la cara, haciendo así como un golpe seco con la mano tiesa, demostrando que ella tenía la mente y todo claro. Le dí un beso en la mejilla, cariñoso y le revolví el pelo - Nos estamos poniendo sentimentales, Syl.

- Sí, supongo que no estabamos ''preparados'' - hice las comillas con los dos dedos de cada mano. - y también, nos precipitamos un poco. Pero bueno.. eso ya pasó. Otro capitulo de nuestra vida. - me encogí de hombros con una pequeña sonrisa.

- Me parece bien, estamos de vacaciones.. nada de padres, dios - me quejé mientras apoyaba la cabeza en el tronco del árbol. Se hizo de nuevo un silencio, y este silencio me ayudo para pensar y olvidar el tema de los padres por completo. De golpe, me levanté dejando a Sylvie algo sorprendida.. estaba tan tranquilo sentado y de repente me levanté. Le tendí la mano para que la agarrada y se pudiera levantar con mi ayuda. - Vamos a movernos, venga.. que nos creceran raíces !

Asentí con la cabeza, estaba totalmente de acuerdo con Sylvie. Bueno, casi siempre lo estaba.

Con un posado divertido, miré el gran roble que teníamos justo al lado, echando la cabeza un poco hacía atrás ya que era alto. Di un golpecito al tronco con el puño cerrado; se le veía fuerte. Clavé la vista en las ramas, las cuales también se veían resistibles.
Entonces mi idea se fue haciendo grande..

- Vamos a hacer la segunda parte de Tarzan, pero en personas- Reí. Quizás no me habia entendido, pero ahí estaba la gracia.

- De la unica locura que me arrepentí fue cuando besé a aquella gorda en el juego de la botella .. - un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza - Que asco! - hice una mueca ante aquel desagradable recuerdo. Estaba medio pedo, pero era tan horrible que hasta podía recordarlo, cosa rara.. lo sé.
- Pero tonta, si no es tan alto.. - mentí - y si no te gusta pues te gustará, a partir de ahora.. imaginate que soy el nuevo tarzan - Me reí ante la barbaridad que acababa de decir. Yo no iba por la selva con un solo trapo como ropa y con la melena desaliñada. Aunque bueno.. habia que echarle imaginación al asunto para almenos 'convencer' de algún modo a Sylvie para que subiera conmigo.

- Uy si, el tanga de la BettyBoop.. no te jode! - espeté, volviendo a hacer la misma mueca.
Al ver que se reía, hice un gesto de enfado.. pero era imposible, ya que su risa contagiosa hacía que yo también me riera.
- Entonces lo que me pase, caerá sobre tu conciencia y te taladrará la cabeza cada día - sonreí de oreja a oreja. - Vale.. te lo juro, por el tanga de la Betty Boop - me reí y le estiré la la mano abierta para que me la estrechara y así poder cerrar la promesa.

-Era de la Betty Boop - le contradije, sabía que lo hacía para rabiarme. El tanga era de la Betty Boop, como olvidarlo..
- Muy seguro - afirmé con seguridad - ¿Insignificante? - fruncí el ceño - Uy Sylvie, no me hagas hablar y tampoco me cambies de tema.. ¬¬ (xD)
Bajé la vista para mirar aquellos coquetos y puntiagudos zapatos. Llevaba bastante tacón, no se como podía acostumbrarse a andar con eso.. Chicas, bah.
Sonreí ampliamente, mientras me estrechaba dicha mano. - Muy bien, muy bien.. total ¿no lo hago de todas formas, siempre? - Bueno, casi siempe no lo hacía.. pero la mayor parte de los días que quedabamos era para que ella se comprara algo. Sea ropa, zapatos, complementos.. siempre se compraba algo.
Me callé, entrecerrando los ojos. Me giré, poniendo la espalda para que Sylvie pudiera subirse encima de ella y así ayudarla a subir también al árbol. Sería todo un reto para ella, ya que la escalada no era lo suyo.

Arqueé una ceja, algo molesto. Si estaba intentando hacerme rabiar, lo estaba consiguiendo. - Uy Sylvie, que te veo en el árbol durmiendo esta noche - solté una risita, maliciosa.
- ¿Como voy olvidarlo si cada fin de semana me arrastras de compras? De verdad que tienes cada cosa, Syl - puse énfasis en aquel dichoso apodo, con rintintín.
- Confia en mi, y solo en mi (8') - Canturreé divertido, mientras me ponía erguido y le ayudaba en todo lo que hiciese falta para que Sylvie se subiera segura y sin ningún problema. Era algo torpe para aquello, puesto que Sylvie era una chica de ciudad.