Cassie A. Murdock

Nombre:
Cassandra Annabelle Murdock

Apodos:
Cassie, Cass, Annie (éste último pocas veces)

Edad:
18

Grupo:
Habitante de Maine

Descripción:
Emma Roberts

Spoiler:

Descripción Psicológica:

A nadie le sorprende que Cassie tenga sangre italiana; desde luego, no hay nacionalidad que le pueda ir mejor. Bromista, divertida y escandalosa, una versión femenina y reforzada del "Chandler" de Friends. Siempre está bromeando, haciendo gestos graciosos o riéndose de sí misma, incluso en las situaciones más dramáticas. Se entusiasma con increíble facilidad, llegando a parecer una niña de nueve años en algunas ocasiones. Lo malo de que siempre esté bromeando es que luego nadie la toma en serio, y no hay nada que le moleste más. Es algo caprichosa, según ella siempre tiene razón. Cuando se enfada prefiere usar el sarcasmo a los insultos directos, aunque si se cabrea mucho no dudará en darte dos golpes para que le dejes tranquila.

Aparenta estar segura de lo que hace en todo momento, solo para evitar mostrarse vulnerable. Siempre pone a sus amigos antes que a todo lo demás, los defiende con uñas y dientes y es incapaz de mentirles, a pesar de que tiene mucha facilidad para hacerlo con el resto de las personas. Es una manera efectiva de ahuyentar a los que le molestan, si un chico se pone muy pesado y a Cass no le gusta, le dice que antes era un tío; si un grupo de turistas alemanes que no hablan inglés se empeñan en que les explique cómo se va a la piscina municipal, les dice que no habla inglés y se pone a hablarse en italiano. Cosas así, sin importancia y a gente que no volverá a ver.

Aunque le encantan las fiestas, pocas veces se emborracha hasta no darse cuenta de lo que hace, ya se metió en un lío la última vez que lo hizo y prefiere no volver a probar suerte. Lo mismo a la hora de fumar y drogarse, cree que es algo asqueroso y que no necesita ninguna de las dos cosas para sentirse bien.
Respecto a los chicos, no es muy dada a las relaciones largas, simplemente porque aunque pone todo su corazón en ellas, su naturaleza inestable siempre acaba cargándoselas; por lo que prefiere una buena noche y un "si te he visto no me acuerdo" a la mañana siguiente. Aunque no duda en que algún día conocerá al amor de su vida, y que serán felices y comerán perdices.

Hobbies:
·El tenis
·Todo lo relacionado con el cine, que no te extrañe verla con una cámara de vídeo en la mano grabando a todo el que pase por delante.
·El juego y las apuestas, son su debilidad. Igual que hacer trampas en ellas.

Le agrada:
·Italia, va siempre que puede a visitar a su familia.
·Las flores
·La vainilla
·El sol
·La nieve

Le desagrada:
·El tabaco
·Las drogas
·El frío y la lluvia

Historia:

Cassie nació en Milán, Italia, hija de un dentista estadounidense y una masajista italiana. Tiene ambas nacionalidades, aunque Cassie siempre dice "italiana" cuando le preguntan. A los cinco años ella y su familia se mudaron a Maine, para que la pequeña creciera en un ambiente más tranquilo que el de Milán. Y así fue, la pequeña tuvo una infancia y adolescencia tranquila, quizá marcada por las broncas que se ganaba al saltarse clase y hacer trampas en cada uno de los exámenes. Pero nada alarmante.

La chica siempre quiso ir a vivir a Italia, cada vez que iban de vacaciones a visitar a su familia le daban ganas de quedarse ahí, pero sus padres se negaban en redondo. No pensaban mandar a la joven a Ma¡ilán, si ya empezaba a ser un dolor de cabeza en un lugar tan tranquilo como Maine... no querían ni pensar lo que haría allí. Ahora que ha cumplido la mayoría de edad tiene pensado mudarse en cuanto acabe el verano, porque esta época del año es la que más le gusta pasar en Maine.

Cass siempre estuvo muy unida a su primo al no tener hermanos ninguno de los dos, era su mejor amigo. Su personalidades eran muy parecidas, él algo más rebelde que ella. Gracias a su primo, Cassie desarrolló su lado impulsivo: iban a las mejores fiestas juntos, y cada uno salía de allí con us propio "acompañante". Hasta que un día, en una de ellas, ambos se emborracharon y despertaron a la mañana siguiente, uno al lado del otro. La chica, llena de remordimientos, se alejó de su primo, dejó de verle y de hablar con él, a pesar de que sabía que tenían una charla pendiente.