Un pequeño infortunio [Thomas]

La cámara colgaba de mi cuello como de costumbre y el cansancio me quemaba, también como de costumbre. Mis cabellos estaban recogidos en una cómoda coleta y lo demás ya era historia.
Había salido de casa dispuesta a correr un buen rato por el bosque, donde de verdad me sentía agusto.
Dejé que el viento fresco de la mañana quemara mis mejilla y escondí mi nariz bajo el pequeño pañuelo que llevaba en el cuello.
Cerré los ojos unos segundos y los volví a abrir, mientras seguía corriendo en dirección al río.

Al poco rato llegué al río y me paré frente a é, flexionando las rodillas y apoyando mis dos manos en ellas, tomando aire para recuperar el aliento que había perdido durante la carrera. Cuando me hube recuperado alcé el tronco y miré hacia los lados hasta que divisé una piedra, a la cual me acerqué y en la que me senté.

Pero mi espíritu aventurero aquel día me pedía un poco más, así que quise cruzar el río por el caminito de piedras que había. Y llegué a la primera, crucé la segunda, pasé a la tercera y en la cuarta.. ¡Plaf! Resbalón y al agua. -¡Joder, que semanita Jessica! -Maldije alzando la voz. Me había empapado entera, y menos mal que el río no era muy profundo y no llevaba mucha corriente.

Como era normal en Thomas esa mañana se desperto con ganas de accion, así que se puso ropa comoda y condujo hasta el bosque. Habia pensado hacer toda esa caminata andando pero luego decidio quedarse a comer por allí, asi que llevo una mini-nevera y una bolsa con algo de comida. Dejo el coche en una explanada que habia cerca, utilizada para que los turistas pudieran aparcar y ver el bosque con total tranquilidad, y comenzó a caminar sin direccion alguna.

Despues de pasear durante un buen rato subio a lo alto de una pequeña montaña y se sentó sobre una piedra para descansar y beber algo de agua. El paisaje desde allí era precioso, podia ver el bosque entero e incluso la playa a lo lejos. Poca gente sabia que Thomas adoraba estar al aire libre y olvidarse de todos los problemas.

Decidio volver de nuevo al coche para comer algo antes de que su estomago empezase a rugir, pero no sin pasar antes por su lugar favorito de todo el bosque, el río. Caminó rapido hasta llegar a este pero algo le sorprendio. Se apoyó sobre un arbol y miró a la chica que habia, la conocia muy muy bien. Al parecer se habia propuesto saltar el rio con ayuda de las piedras pero... ¡No lo consiguio!
Tom no pudo aguantarse y comenzo a reir nada mas verla caer al agua, se acercó a la orilla del rio y sonrió ampliamente.
- Un placer volver a verte Jessica - dijo en tono burlon, sin borrar su malvada sonrisa por lo que acababa de ocurrir.

Aquel día no esperaba ni mucho menos que fuese el peor de mi vida, aunque ya nada más levantarme había tenido el primer problema. Pero tampoco me esperaba caerme al río y me había caído, como tampoco esperaba el otro día caerme con los patines y me había caído, encima delante de John para que pudiese echarse unas buenas risas a mi costa. Sin embargo, debía de dar gracias porque en aquel instante nadie estaba a mi alrededor para ver mi patética caída.
Nada más terminar de pensar esto escuché, algo cercana, una profunda carcajada. Por un momento cerré los ojos y deseé que la persona dueña de tal diversión no fuese ni mucho menos alguien que me hubiese visto, y más deseé que ni siquiera me conociese. Entonces fue cuando escuché una de esas voces inconfundibles, que se te graban en la cabeza y de las que te acuerdas demasiado rápido, y que sueles reconocerlas en situaciones como aquella: patéticas, porque no había otro calificativo para describir mi estado en aquel instante.

Alcé mi vista hacia el frente y entonces lo vi ahí parado, en la orilla del río, con esa sonrisa suya malvada tan típica de aquel chico duro. -No, por favor.. el placer es mío. -Comenté con el tono más irónico que pude encontrar dentro de mi registro vocal. Me agarré a una de las piedras que tenía al lado, porque seguía aún sentada allí, dejando que la lenta corriente del río me balancease un poco. Intenté levantarme y con gran esfuerzo lo conseguí, manteniendo el equilibrio una vez estuve de pie. La ropa me pesaba una barbaridad, ya que estaba completamente empapada. Miré hacia abajo en busca de algo que se me pudiera haber caído de los bolsillos, pero lo único que llevaba aquel día eran las llaves de casa, que seguían en el bolsillo al tocármelo, y unas cuantas monedas que había perdido sin recuperación alguna.

Pero mi vista fue algo más allá, concretamente hacia la pernera derecha de mi pantalón. ¡Mierda! ¿Cómo se había rasgado? La raja iba casi desde la cadera hasta un poco más abajo de la rodilla. Miré a mi alrededor en busca de algún objeto cortante y, en efecto, al caerme me había rozado con una rama que estaba a punto de romperse de un pequeño árbol cercano. Joder, que mala suerte. Corrí a coger las dos partes del pantalón y a unirlas con una mano. ¿Algo más?

Siguió mirando a Jessica pero su sonrisa cambió sin darse cuenta, paso de ser una burlona sonrisa a ser algo mas tierna. Como si de verdad la hubiera echado de menos y estubiera contento de encontrarsela pero no, eso no podia ser y menos en él. O al menos eso trataba de pensar el chico que estaba ensimismado en sus pensamientos y en los recuerdos que la joven le traia. Negó suevamente la cabeza para salir de aquella especie de trance y miró como su querida ex buscaba algo en sus bolsillos aunque su vista se desvio al corte que tenia en el pantalon.

- Creo que es mi dia de suerte - susurró el chico volviendo a reir por la desesperacion de la chica por unir su pantalon. Su rostro se volvio serio de nuevo y dio un pequeño suspiro - ¿Quieres que te ayude? - preguntó dando un paso para acercarse algo mas a ella.

-¿Te diviertes, Thomas? -Pregunté con ironía, desdén y visiblemente enfadada. Seguía agarrando los dos extremos del pantalón intentando unirlos cuando le escuché. Alcé la vista y observé cómo se había dejado de reir, cambiando su expresión por completo. Ya no se burlaba, o al menos no lo parecía o no se notaba tan exageradamente como antes, así que decidí aceptar la ayuda que me ofrecía. -Pues.. sí, me vendría bien algo de ayuda. -Dije de forma sincera. Esperé a que me tendiese la mano y así poder salir, porque a parte de que me costaba mantener el equilibrio ya de por si metida en el río, más aún en la postura en la que estaba intentando sujetar el pantalón.

Intenté con todas mis fuerzas reprimir una sonrisa malévola que amenazaba con alojarse en mis labios. El pensamiento que había pasado por mi mente en breves segundos, como si de un estallido se tratase, provocaba en mí un estado de diversión brutal, y sabía que si lograba hacer aquello.. aquella particular partida quedaría en tablas.

Asintio y tendio su mano para ayudarla. El motivo de su cambio repentino de actitud no lo sabia ni el mismo pero siempre que lo hacia acababa por parecer tonto y siempre le pasaba algo, sobretodo cuando era amable con Jessica. Ella siempre hacia algo para molestarle y todavia no sabia la razon de porque se mostraba amable con ella, en cierto modo todavia le tenia aprecio y se podia decir que aquel cuerpo seguia volviendole loco como la primera vez.
- ¿Estaba fria? - preguntó volviedo a reir mientras esperaba que la chica cogiera su mano.

En el último segundo conseguí apiadarme de él, aunque me hubiese gustado ante tal pregunta responderle con un divertido "compruébalo tú mismo" y empujarle al agua, para que pudiese ser testigo él mismo de lo fría que estaba la dichosa agua. Como respuesta le dediqué una mirada de odio reprimido, seguido de una mueca como queriendo decir "¿Acaso no es evidente?". Agarré su mano y por un momento dejé de agarrarme el pantalón para poder salir del río. Con ayuda y un poco de esfuerzo conseguí salir de allí y volví a agarrarme el pantalón, sentándome en una roca que había cercana a donde nos encontrábamos en aquel instante y mirando mi pantalón.

Por unos instantes nadie habló, y es que conociéndome seguramente si lo hubiese hecho hubiera dicho algo de lo que después me arrepentiría, así que dejé que el silencio hablase por si solo.

El joven rió tras ver la cara de odio que le lanzo Jessica y se quedo mirando como caminaba hasta la roca. La pregunta que pasaba por su cabeza en aquel momento era por que no le habia lanzado al agua, él lo hubiera hecho. Rascó su nuca mientras pensaba que era mejor que la chica no lo hubiera hecho.
Caminó hasta la chica y se sento a su lado mirando el rasgado de su pantalon - ¿Te has hecho algo? - preguntó serio, aunque tratando de ocultar que espraba preocupado por si se habia hecho algun corte.

Le gustaba burlarse de ella de broma, eso estaba claro, pero tampoco queria que acabara herida ni costipada. Se quito la camisa y extendio su mano para darsela. - Pontela, sino acabaras por costiparte - dijo rascando su nuca de nuevo.

Al escuchar su pregunta separé las dos partes del pantalón, mirando mi pierna y revisando a ver si tenía algún rasguño. Por suerte la rama tan sólo había rasgado el pantalón y sólo tenía una pequeña rozadura, a la que ni siquiera le hacía falta atención. -No, estoy bien. Me preocupa casi más mi tobillo. -Hice una mueca y me mordí el labio inferior. Sabía que roto no estaba, ni siquiera llegaba a esguince.. pero me lo había torcido en la caída y algo me dolía. Lo moví un poco y en mi rostro se vio reflejada una mueca de dolor, acompañada de un leve suspiro. Dejé de mover el tobillo por si acaso y lo mantuve lo más quieto que pude.

Giré mi cabeza hacia él, mirándole, y vi como se quitaba la camiseta. Recorrí con mi vista su cuerpo sin poder evitarlo, y es que aunque en el pasado hubiésemos mantenido una relación que fracasó, Thomas me seguía atrayendo posiblemente igual que el primer día. Luego fijé mi vista en su camiseta. Me daba algo de palo cogérsela, ya que el podría tener frío después.. y, además, si me la ponía encima de mi ropa mojada se la empaparía. -Creo que si me la pongo nadie saldría ganando y, sin embargo, saldríamos perdiendo los dos. -Comenté al fin. -Te la empaparé, pero gracias. -Sonreí de manera sincera, amablemente.

Al escuchar que no tenia nada grave Thomas sintio como si le hubiesen quitado un gran peso de encima, giró la cabeza para sonreir sin que ella le viese y luego miro su tobillo - Dejame ver - dijo agachandose y tocandole el tobillo con cuidado - No es nada, dentro de un rato se te pasara asi que no lo muevas mucho - dijo serio. No era un gran experto pero habia aprendido algo gracias a los multiples esguinces de sus amigos. Se levantó y rió al escucharle.

¿Acaso pensaba que era tonto? Claro que si se la ponia encima de la ropa mojada no haria nada, tenia que quitarse la mojada primero.
- Ya se que te la empaparas si te la pones encima de la mojada, no soy tan tonto - dijo serio, extendiendo su brazo de nuevo con la camisa - Se supone que te tienes que quitar la mojada... - aseguró con una picara sonrisa - De verdad, no quiero que te costipes - continuó diciendo, esta vez serio. No queria que ella pensara que iba de broma.

Hice una pequeña mueca de dolor cuando me cogió el tobillo y después escuché sus palabras, esperanzada en que tuviese razón en aquello que decía y en un rato se me pasase aquel dolor. Sonreí al mirarle y susurré un casi inaudible "gracias". Di por perdida la batalla con el pantalón, ya que aunque lo sujetase se abría por abajo, y si lo sujetaba por abajo hacía lo mismo por arriba, así que dejé caer mis brazos en señal de frustración y di un largo y sonoro suspiro.

Luego escuché lo que me decía sobre la camiseta y no pude evitar soltar una pequeña carcajada divertida. -¿En serio no lo eres? Lástima. -Dije bromeando, claramente, para que no se pensase que lo decía en serio. En aquellos momentos, a parte de que no me convenía para nada tenerlo enfadado o mosqueado conmigo, no me apetecía simplemente. Alcé mi vista de nuevo a su camiseta y la cogí, dispuesta a hacer lo que él me dijo. Dejé su camiseta apoyada en su pierna y me quité la mía, dejándola al lado en la roca. Luego cogí la de él y me la puse rápidamente, mientras que no podía evitar un pequeño tembleque que me entró en el cuerpo al sentir el frío aire directamente contra mi piel. -Gracias. -Dije esta vez, alto y claro, para que pudiese oirme. No estaba muy acostumbrada a decir esa palabra, pero cuando de verdad lo sentía no me importaba. Cogí mi camiseta y la escurrí, haciendo un poco lo mismo con el pantalón, aunque fue un poco más complicado. -¿Qué hacías por aquí? -pregunté, mientras seguía escurriendo la camiseta. Podía sentir el aroma de su camiseta, y es que olía tan a él. Cuando terminé de escurrirla, la volví a dejar en la piedra extendida, a ver si con el sol le daba por secarse.

La vista de Thomas se dirigio al roto del pantalon que dejaba ver la mayor parte de su muslo cuando Jessica se dio por vencida. 'Me estoy convirtiendo en un pervertido' pensó desviando a vista un momento para centrarse en otra cosa. Alzó una de sus cejas al escucharla, giró la cabeza y soltó una carcajada casi inaudible luego la miro de nuevo advirtiendole con la mirada que dejara de hacer ese tipo de bromas. El chico tenia paciencia pero se picaba enseguida, sino hubiera sido ella la que estaba allí probablemente se hubiera reido en su cara de lo ocurrido y se hubiera marchado, pero con ella no podia hacer eso.

A pesar de la rapideza de la chica por cambiarse pudo ver a la perfeccion el perfecto cuerpo que seguia teniendo, su vista se dirigio disimuladamente al fino sujetador que esta llevaba y no pudo evitar sonreir y apartar la vista rapidamente cuando termino de cambiarse, no queria que ella le pillase mirandole ya que seria un punto en su contra si ella descubria que le seguia volviendo loco.
- De nada - dijo orgulloso por haber conseguido que le diera las gracias, era algo dificil viniendo de ella. - Me apetecia dar una vuelta, caminar y perderme por un tiempo... Ya sabes, lo de siempre - explicó rodando los ojos. Si no le fallaba la memoria, y pocas veces lo hacia, cuando salian juntos solia llevarla por el bosque algunos fines de semana de acampada para tener un bonito rato de intimidad. Ahora era exactamente lo mismo, pero sin ella.

Escuché la explicación del porqué estaba allí y sonreí, desviando un momento mi vista hacia el río, concretamente hacia el lugar del accidente. Maldita en la hora en que se me ocurrió venir, pensé. Estaba planteándome muy seriamente el volver a salir de casa por un tiempo, porque si cada vez que salía me iba a caer o iba a sufrir algún accidente, no me salía para nada rentable. Coloqué mis dos manos por detrás de mi cuerpo, apoyándolas sobre la roca y echando el peso de mi cuerpo hacia atrás.

Ladeé un poco el cuerpo hacia el lado de él para poder mirarle. -Bueno, ¿Y qué tal te ha ido el año? -pregunté con curiosidad. -¿Y el viaje? -Movía los dedos mientras tanto al compás de una pequeña melodía que en aquellos momentos pasaba por mi cabeza.

El chico no pudo evitar repasar con la mirada la piel de la chica, la luz del sol la iluminaba como un angel y eso era algo que descentraba a Thomas totalmente. Negó lentamente con su cabeza y soltó una pequeña carcajada antes de contestar a la pregunta formudala por la chica.
Cogio una gran bocanada de aire para contestar, claro que su respuesta era mas bien corta y aquello lo habia hecho para pensar sobre su respuesta.
- Esto... Ha sido... Ha sido cansado, el año y el viaje... pero no me puedo quejar, supongo que estoy bastante feliz - dijo al fin pasando la mano por el pelo sin quitar la vista de Jessica - ¿Y a ti? ¿Que tal el año? - preguntó interesado por la contestacion que esta le pudiese dar.