e-bay stuff [Giulia, amor mio]

Crucé ambos brazos por debajo de mi cabeza, tratando así de acomodarme en aquella pequeña e incómoda barquita. Suspiré sin apartar la vista de la luna; ¿cómo podían dejar las barcas sin ningún tipo de vigilancia? ¿Y si yo, en vez de querer aislarme un poco, pretendiera llevármela y sacarme algún dinero por venderlas en e-bay? Resoplé con molestia en cuanto sentí a través de la fina tela del vestido como vibraba mi teléfono móvil, sacándome así de mis pensamientos sobre ventas fraudulentas en internet. Lo cogí para alzarlo en el aire y alcanzar así a ver el nombre que aparecía iluminado en la pantallita de este; era la decimotercera llamada que recibía en menos de un cuarto de hora. ¿No pensaban darse por vencido nunca o qué? Mi indirecta era bastante directa; no quería saber nada de ellos, o al menos no por ahora. ¿Tanto les costaba entender el mensaje?
Moví la mano a tientas por el interior de la barca, buscando una toalla que había mangado a un turista despistado mientras paseaba por la playa. Durante el día el calor era prácticamente insoportable pero, gracias a dios, por la noche las temperaturas bajaban lo suficiente como para tener que buscar algo con lo que taparte. Jodido cambio climático, pensé para mis adentros mientras me pasaba la toalla por encima.

[i]Tenia varias llamadas perdidas y varios mensajes de Alessandra. Sin pensármelo cogí el coche y fui en su busca,ya sabia en el lugar que estaba,coinsidiamos en eso...si una de las dos estaba triste,este es el lugar indicado donde ir a pensar.Me puse las gafas que me mando el oculista para ver de lejos xDy alli estaba,así q me acerqe y le toqe en brazo con la mano.[i]

Me levanté sobresaltada ante el tacto de una mano desconocida. Me incoporé para descubrir a Giulia entre las sombras; suspiré con cierto alivio. Me senté, cruzando las piernas y le indiqué con un gesto de cabeza que se sentara a mi lado.
-Mamá esta preocupada...O al menos eso parece en los últimos veinte mensajes que me ha dejado en el contestador.-susurré, abrigándome con la toalla. Desvié la mirada hacia la luna, contemplándola en el más absoluto silencio.

-Ya saben que estoy en Maine; yo misma me encargué de hacérselo saber a ambos. -Encogí los hombros al mismo tiempo que encogía los pies para apoyar mi cabeza sobre mis rodillas. Suspiré, cerrando los ojos. Habían estado un par de meses sin saber prácticamente nada de mi; en ocasiones pensaba que me portaba como una gran hija de puta con ellos. Me habían dado todo y más y yo se lo pagaba así. ¿Qué culpa habían tenido ellos de lo que ocurrió en Berlín hace un par de meses? Nada. Es más, no estaba segura ni de que estuvieran al tanto. -Quieren que vuelva pero no tengo ánimos para ello. Probablemente él haya vuelto a Milán y no me apetece tener que encontrármelo nada más poner un pie allí.

Fruncí el ceño, tratando de entender a qué había venido eso. Encogí los hombros de nuevo, supuse que había tenido guardia esa noche y el cansancio estaba hablando por ella (xD).