Rollin' Bowls [Libre]

Llegué con mi coche a los aparcamientos. Por fin, ¡cuánto tiempo sin venir! Me quedé parado un momento observando la estructura fluorescente que se encendía y se apagaba. No entendía por qué estaba encendido, si era de día pero en fin... Baje la vista y vi al mismo mendigo que veo todos los años cuando vengo aquí. Empecé a recordar viejos tiempos, hasta que una bocina de otro coche me hizo despertar y arrancar en busca de una plaza libre. Busqué y busqué durante más de 20 minutos y ninguno se iba, bueno, tampoco el aparcamiento era tan grande. Desistí, salí del aparcamiento y a último remedio aparqué enfrente de un parque, un poco bastante lejos de la bolera. Suspiré. Me bajé del coche, lo cerré, me guardé las llaves en el pantalón y emprendí mi viaje hacia la bolera.

10 minutos más tardé, llegué al fin a la bolera. Entré, observando todo, no había cambiado nada. Me dirigí a donde se alquilaban las zapatillas y pedí el número de siempre, ya que me conocían. Me las puse, pero no me servían. Claro, había crecido un poco bastante desde la última vez, así que pedí otro número. Bueno, como suelen decir, a pies grandes.... Me reí un poco, cogí las zapatillas, me las puse y dejé mis cosas en una taquilla. Pude observar que todos los pasillos estaban ocupados, y otro suspiro salió de mí. A último remedio, me senté en un sitio libre en la cafetería y me pedí una cerveza para acompañar la espera.

Habia salido de casa demasiado temprano ese dia para mi gusto pero es que no pude pegar el ojo en todo la noche ya que los 'adorables' montruos que tengo de hermanos la armaron en grande ayer, solos los tres, pena me dan. Habia andando en el vespa recorriendo todo Maine y milagrosamente sin mi camara ademas creo que era momento de darme un respiro de ella y ella tomar un respiro sin mi. Tras unos eternos 30 minutos de andar en el vespa curiosamente mi recorrido termino en la bolera, el unico lugar que siempre dejo de ultimo cuando vengo a Maine. Aparque la vespa en uno lugares señalizados para motocicletas y tal, apague la vespa y me baje sobandome el culo ya que me dolia de estar sentada en el cuero del asiento sin poder moverme.

Cuando entre por la puerta de la bolera me quede algo 'atonita' ya que el exterior no tiene la mejor fachada pero por dentro es otra historia. Me quite las gafas de sol y me las puse sobre la cabeza y fui a alquilar las zapatillas -Numero 8- Le dije amablemente mi numero al señor mientras este guardaba mis cosas por mi en la taquilla para poder ponerme las zapatillas. Cuando termine, alze la cabeza y mire que los pasillos estaban ocupado -En mal momento vine- Fue lo que me dije a mi misma mientras iba caminando hacia la cafeteria cuando mi vista se fijo en ¿Matt? Hace mucho que no le veia y el a mi, asi que me acerque a su mesa para saludarle. -¡Matt! Que sorpresa-

Estaba bebiendo de la cerveza cuando oí que alguien me nombraba, así que me giré para saber de quién se trataba cuando para mi sorpresa ví que era Camilla. Estaba cambiada...MUY cambiada, no recordaba que estuviera tan buena, y por eso, me atragante con la cerveza. Inmediatamente dejé de un golpe la cerveza en la mano y tragué lo más rápido posible, lo que me produjo que tosiera. Tomé un poco de aire, y volví a mirarla cuando conseguí recuperarme.
-¡Camilla, que fuerte cuánto tiempo! -Me levanté y me acerqué para abrazarla, la verdad es que la había echado bastante de menos -Wow, si que has cambiado ¿eh? Déjame que te vea bien -Cogí su mano y la di una vuelta, mirándola de arriba abajo, y emití un pequeño silbido de elogio.

Al ver que Matt se atragantaba con la cerveza me produjo algo de risa, a lo mejor se llevo una grata sorpresa al verme y al ver que tosia hizo que riera mas mientras le daba pequeños golpes en la espaldas para ayudarle a cesara la tos. -Te eche de menos Matt. Me alegra verte- Le correspondi el abrazo mientras sonreia, Matt era de esos amigos que no se encuentran en las esquinas, era algo especial. -He cambiado ¿poco o mucho?- Pregunte al ver como me daba la vuelta y me sonroje un poco al escucharle silbarme.

Sonreí al ver que se sonrojaba. Hacía tiempo que no la veía sonrojarse. -Hmm..- Volví a observarla de nuevo detenidamente, la verdad no me desagradaba verla. -No recordaba que tuvieras ese culito..¡y esos pechos tampoco! -Dije, bromeando. Aunque sí que era verdad que había cambiado esos puntos, pero no era de lo que más me importara.

Me tape la cara al verle sonreir cuando me sonroje hacia mucho no lo hacia solo Matt sabia hacerme sonrojar nisiquiera cuando salia con Nicolas este me hacia sonrojar. -¡Matt, por dios! No digas eso en publico- Le dije mientras le daba un golpe flojo en el hombro. Mencionar ese tipo de cosas era tan Matt al comienzo me disgustaba un poco pero me fui acostumbrando.

-Tranquila, que nadie me ha escuchado, y si hubieran escuchado, ¿qué más da? Es verdad y deberías estar orgullosa. -La sonreí. -Ven siéntate. -Volví a sentarme en la silla y bebí un poco de la cerveza-¿Qué tal todo por aquí? -Cruzé mis brazos y los apoyé en la mesa, observándola bien. En CA habían muchos tipos de chicas, pero ninguna como Camilla.

-Bueno sea verdad o lo que sea, jamas he sido de esas chicas que les guste mostrar todo. Soy de las que muestran poco para dejar el resto a la imaginacion- Le consteste guiñandole el ojo. Ademas me gustaba mostrar darle algo que ver a los chicos, ya sean mis piernas o un simple escote. Me fui a sentar con Matt mientras a uno de los meseros le pedi un zumo de naranja. -Pues todo bien aunque cada año que pasa siempre hay cosas nuevas para hacer ¿Y cuando llegaste?- Le pregunte mientras me acomodaba bien en la silla, arecostando mi espalda contra el respaldar de la silla cruzando una pierna.